Un perro, por mucho que mostremos nuestro amor, pronto envejecerá y sucumbirá a una serie de enfermedades. Para empeorar las cosas, un perro envejece bastante rápido en comparación con un humano. Como tal, siempre debemos esforzarnos para asegurarnos de que nuestro perro reciba el mejor tratamiento y cuidado posible.

El factor crucial en la vida de un perro no es su entorno ni su salud, sino la cantidad de atención y cuidado que ponemos en su bienestar. Los perros son conocidos por ser resistentes ante el peligro, ahí es donde su ascendencia de lobo entra en juego. El problema con el manejo de los perros para la mayoría es que no entienden completamente las necesidades y demandas de su canino debido a la falta de habilidades de comunicación verbal necesarias para que un perro y su dueño se entiendan. Sin embargo, un criador y entrenador de perros profesional puede decirte que tu perro siempre está tratando de comunicarse contigo de más de una manera.

Es posible que no lo notes con frecuencia, pero un perro comenzará a cambiar lentamente su comportamiento para indicar que hay incomodidad entre él y un factor externo. La conciencia que tenemos para captar sus señales es la clave para conseguirles la ayuda que necesitan. Sin embargo, una cita con el veterinario regularmente es siempre una gran manera de poner a tu precioso perro en forma. Ten en cuenta que más del 10% de las mascotas pueden parecer saludables, pero en realidad podrían tener una enfermedad subyacente que puede convertirse en algo más peligroso y amenazante para su vida.

Estas son 10 maneras útiles para ayudar a diagnosticar un perro enfermo:

  1. Un aumento severo de la micción o de la bebida debido a la deshidratación podría ser una señal de que podría haber una infección desarrollándose en el sistema de tu perro.
  2. Un aliento terrible, más de lo normal, que podría estar potencialmente acompañado de babeo.
  3. Aumento drástico de peso o pérdida de peso debido a un gran cambio en el apetito.
  4. Pereza o hiperactividad anormal.
  5. Fatiga en forma de entumecimiento de los huesos o los músculos cuando están en una superficie inclinada.
  6. Dificultades para respirar, incluyendo estornudos constantes.
  7. Piel inflamada, enrojecida y con picor.
  8. Ojos secos y nublados.
  9. Evacuaciones intestinales blandas.
  10. Somnolencia constante o períodos prolongados de sueño.

Un perro que presente cualquiera de los siguientes síntomas debe ser llevado a un veterinario tan pronto como sea posible para un chequeo. Recuerda que las enfermedades e infecciones sólo pueden empeorar con el tiempo.

Puede ser difícil determinar si algunos de estos síntomas pueden atribuirse a una enfermedad que se está desarrollando o simplemente al hecho de que tu perro está en un nivel de envejecimiento. Sin embargo, un chequeo rutinario completo es siempre óptimo para mantener a tu perro en forma tanto como sea posible.

Tratamientos para las Enfermedades

Las enfermedades son un tema difícil de comprender. La mayoría de las veces, puedes encontrarte pasando por alto ciertos rasgos pensando que solo es un perro malhumorado. Sin embargo, ese cambio de humor podría estar correlacionado con la existencia de bacterias en su organismo.

Un veterinario profesional puede aconsejarte que consideres la posibilidad de someter a su perro a una rutina de cuidados preventivos como:

  • Prueba de ECG para monitorear el ritmo cardíaco de tu perro
  • Un recuento/prueba de sangre para asegurar que no hay enfermedades relacionadas con la sangre en desarrollo
  • Pruebas de desparasitación para mantener a su perro limpio y libre de parásitos
  • Pruebas químicas y electrolíticas en los órganos internos de tu perro para asegurar que recibe la cantidad adecuada de hidratación.
  • Análisis de orina para detectar síntomas relacionados con el riñón y el hígado
  • Prueba de la tiroides para detectar un crecimiento anormal de la misma

Estas pruebas, entre otras, pueden realizarse durante un chequeo para asegurar que la enfermedad se elimine completamente o al menos se mitigue en la mejor medida posible.

La rutina de cuidados preventivos es importante para programar a tu perro sesiones regulares con su veterinario sin tener que correr y hacer múltiples viajes. Además, esto se puede utilizar para determinar el momento exacto en que se haría un determinado procedimiento para lograr el máximo éxito en la recuperación. Sobre todo, puedes ahorrar mucho dinero con una simple rutina de cuidados preventivos, en lugar de tener que desembolsar repentinamente grandes sumas de dinero debido a una emergencia médica de tu perro.

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