Los bebés son una de las mayores alegrías de la vida. No hay nada más reconfortante que ver esos inocentes bracitos alcanzando nuestra mano y sujetándola con fuerza. Un comienzo perfecto para empezar la vida de una gran familia feliz. Desafortunadamente, ese no es el caso de todos. Hay quienes están atrapados en situaciones incómodas y estresantes en las que comienzan a surgir dudas sobre la responsabilidad y la legitimidad de los padres del niño.

La presión de no saber si ese precioso recién nacido es realmente suyo puede ser desconcertante y desgarrador. Como tal, la única manera de establecer la verdad de una vez por todas es iniciar una prueba de ADN de paternidad. Pero, ¿puede un niño tan joven ser sometido a una prueba de paternidad?

La respuesta a esa pregunta es un rotundo . Tan pronto como el bebé sea traído al mundo, el procedimiento de prueba de ADN puede iniciarse. Simplemente informe a los profesionales médicos con antelación sobre el envío de su bebé para tomar una muestra de ADN para ser analizado y recibir los resultados tan pronto como sea posible.

¿Cómo Funciona el Proceso con un Bebé Recién Nacido?

La forma más rápida y sencilla de recibir una muestra de ADN de un bebé sería utilizar el método de hisopado de la mejilla. Es rápido e inofensivo para el niño, por lo que no hay ningún motivo de alarma por el hecho de que su hijo resulte herido en el proceso. También es posible que deba someterse al mismo procedimiento que su hijo para recoger su muestra de ADN.

Lo primero y más importante es asegurarse de que su hijo no tenga leche materna, líquido amniótico, meconio o cualquier otra sustancia extraña cerca o dentro de la boca. Cualquier contacto con desechos o sustancias extrañas podría causar que su muestra se contaminara y resultara en un ADN inválido. Es mejor realizar este procedimiento una o dos horas después de que haya bebido la leche para asegurarse de que la sustancia no permanezca dentro de su boca.

Los bebés a menudo duermen profundamente. Por lo tanto, ese sería el mejor momento para que usted aproveche y tome su muestra de ADN sin que el bebé cause un alboroto. Su cuerpito dormido estaría muy concentrado en descansar lo suficiente como para notar que se le ha tomado una muestra de ADN.

Ahora tiene que tomar suavemente la mejilla de su bebé y abrir su boca para insertar el hisopo. Es importante asegurarse de que está recogiendo las células de la mejilla a fondo. Debería poder sentir el hisopo dando vueltas alrededor de la mejilla de su bebé mientras toma las células de la mejilla. Evite que la muestra esté demasiado empapada de saliva, ya que eso puede causar que el sobre del paquete se rompa y se corra el riesgo de contaminar la muestra.

En caso de que el hisopo se cubra con grandes cantidades de saliva, déjelo secar naturalmente al aire durante un minuto. Es imperativo que el hisopo no entre en contacto con ninguna sustancia extraña mientras se seca la punta al aire. Termine el procedimiento sellando la muestra en un sobre de papel. No vuelva a utilizar el mismo embalaje del que procedía originalmente y evite los recipientes de plástico, ya que ambos pueden hacer que la muestra produzca moho rápidamente, lo que daría lugar a una prueba no concluyente.

Aspecto Moral de Hacerle una Prueba de ADN a un Bebé

Tener un bebé ya es un esfuerzo estresante durante el embarazo y durante el nacimiento mismo. La adición de dudas y desconfianza sólo agravará las cosas a un nivel intensamente insoportable. Lo mejor sería considerar la posibilidad de conversar sus dudas con su pareja y encontrar una solución al principio del embarazo para evitar cualquier tipo de tensión durante todo el proceso.

Cuanto más rápido se pongan de acuerdo para aceptar los hechos y despejar sus sospechas, más fácil será su vida como pareja y futuros padres.

 

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