Cada año aparece un nuevo producto o servicio que promete a clientes y consumidores una mejor salud. Esta vez, se trata de vitaminas personalizadas que supuestamente responden a las necesidades de salud específicas de las personas. Pero, ¿cuáles son los riesgos de tomar vitaminas personalizadas?

Las empresas que venden vitaminas personalizadas afirman que se adaptan a la composición genética del cliente y a sus necesidades específicas de salud. A diferencia de los suplementos tradicionales, las vitaminas personalizadas se adaptan a partir de cuestionarios que los clientes deben rellenar. Estos cuestionarios suelen preguntar por los problemas de salud del cliente, sus medicamentos, su dieta y su actividad física.

Además de estos cuestionarios, las empresas afirman que también pueden evaluar los perfiles de salud de sus clientes a través de los resultados de sus pruebas de ADN.

Sin embargo, los estudios sobre las vitaminas personalizadas son muy limitados, sobre todo si se comparan con las vitaminas tradicionales. Dado que hay poca investigación que respalde las vitaminas personalizadas, es posible que estas empresas no estén proporcionando información precisa sobre sus beneficios para la salud.

Un estudio de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO por sus siglas en inglés) investigó las afirmaciones de estas empresas. Para ello, enviaron perfiles falsos a cuatro empresas que venden vitaminas personalizadas.  Realizaron cuestionarios en línea e incluso se sometieron a algunas pruebas de ADN.

Al enviar sus perfiles, los autores del estudio descubrieron que las vitaminas recomendadas para cada perfil falso eran las mismas y no estaban personalizadas según las necesidades específicas. Esto demuestra que las afirmaciones son inexactas o que las empresas no tienen los medios para interpretar correctamente los cuestionarios o las pruebas de ADN.

En lugar de tomar vitaminas personalizadas, que además es la opción más cara, sigue siendo mejor seguir la vía tradicional: llevar una dieta sana, hacer actividad física, consultar al médico y someterse a revisiones periódicas para controlar la salud.

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